La piedra del mes de enero es el granate, piedra utilizada durante milenios y a lo largo de los siglos en joyería.

Su nombre deriva del latín “malum granatum”, una fruta granulada muy parecida al color de la granada.

Existen gran cantidad de tipos diferentes y si bien el color más común es el rojo, existen algunos con tonalidades más rosáceas e incluso marrones.

El granate almandino es rojo violáceo, el granate demantoide es verde claro, el granate hessonita es naranja oscuro, el granate piropo es rojo sangre, el granate rodolita es rojo rosado, el granate espesartita es rojo anaranjado, el granate tsavorita es verde intenso y el Granate uvarovita es verde oscuro.

Al ser la piedra del mes de enero se asocia a nuevos comienzos y a la capacidad de liberarnos de actitudes o pensamientos negativos y de regenerarse, combatiendo la tristeza o la inestabilidad emocional.

También se le atribuyen propiedades que fomentan alegría y fuerza de vida, energía, coraje, fuerza motriz y confianza en sí mismo.